viernes, 17 de junio de 2011

En la lejana cercanía...

DE MADRID A CUALQUIER LUGAR
Por: Jorge Bermejo

“Las gentes de Madrid son de Larra y no lo saben, tanto como sus calles resisten galdosianas los envites de la transformación urbana.”


La noche de luna llena se estrella contra la fachada de la Estación de Atocha, aquella que nuestros abuelos llamaban Mediodía, como el veterano hotel que se eleva en la madrileña historia mirando de reojo a la evolución… el AVE, nuestra Alta Velocidad, los coches de modernas líneas, que siguen contaminando igual, o El Centro Reina Sofía, una bandera en la vanguardia mundial del arte.
Las penumbras, la quietud y las farolas naranjas malean a su antojo las sombras y la luz. Brillan, en la Glorieta, los pasos de cebra y parpadean los semáforos, como lo hacen por diferente motivo los ojos de aquellos que llegan o se van cuando, en algún momento, lanzan esa mirada frugal para la memoria –primeriza o nostálgica- al entorno inmediato. Algunos coches esperan detenidos mientras unos pasos cruzan dejando atrás los espacios vacios comidos por el asfalto. El Reina Sofía presume de protagonismo y recibe precisamente la luz lechosa de una luna que devora las horas como si fuese la última vez que se asoma sobre la ciudad.

No es tan tarde, de hecho no lo es para el paseante que experimenta y descubre las sensaciones que exhala Madrid en una noche despejada de primavera. No es tarde para el violinista que regala un estudio a cambio de la voluntad en el Paseo del Prado. No lo es para las notas amateurs que circulan juguetonas entre las ramas de los árboles del bulevar. A lo largo de la noche buscarán un lugar y dormirán el sueño de días mejores que quedan por llegar.

Para aquel que lo vive, Madrid da lugar a mucho juego reflexivo, casi tanto como los habitantes o la historia que se esconden tras sus desconocidas fachadas o entre las calles que a menudo impiden ver el sol. Tantos como las particularidades de cada madrileño, sea nativo o de adopción, o las necesidades que genera la Gran Ciudad de España (con permiso de Barcelona).
Nadie duda que sea una ciudad en efervescencia durante estos días de primavera. Personalmente pienso que es la mejor estación, junto con el otoño, para conocerla. Son, en estas épocas, cuando merece ser andada y vivida, pero también escuchada en el silencio de un lugar secreto y escogido, ¡a cada cual el suyo!. Es entonces cuando la calle cobra otro sentido, especialmente en los ocasos. Los estudiantes se sacuden de su periodo de exámenes con desbordante animación y, deseosos de oxígeno, toman la calle en un ambiente optimista (aún con la sombra de la gravedad de la crisis).
También los turistas pululan como hormigas intentando conocer una urbe de siglos en unos pocos días cuajados de actividad. Somos una ciudad abierta y unos vecinos abiertos que tienen cada vez la mentalidad también más abierta… aunque la garra del villano madrileño, ese que presume de ciudad, pueda surgir al menor indicio. Lo cierto es que los madrileños de hoy somos de todos los sitios pero acabamos sintiéndonos de la ciudad que nos acoge, indistintamente de haber nacido en Madrid o venir buscando un futuro mejor.

Esta amalgama de cualidades va marcando sin prisa ni pausa el cosmopolitanismo de un espacio urbano tremendamente vivo que todavía no ha perdido su esencia de humanidad. Es cierto que, en este sentido de transmitir que la ciudad se edifica entre todos, nos queda aprender de otros lugares para que, cada vez más, la capital sea atractiva indefinidamente a través del tiempo. Pero, en estas, Madrid también tiene su ignorancia con delito. La ignorancia proviene de no conocernos lo suficiente y el delito es no poner solución al hecho. Basta con pasear por sus calles para observarlo. Las gentes de Madrid son de Larra y no lo saben, tanto como sus calles resisten galdosianas los envites de la transformación urbana.
La vida social, popular y matritense, cobra una desproporcionada importancia en comparación con el resto de principales capitales de Europa. Afortunadamente, el concepto “salir de cañas” se ha transformado, renovado diría yo, aunque sigue vivo en su esencia.
En este sentido, hace mucho tiempo, Madrid presumía de poseer un buena red de Paradas de Postas, unos lugares donde se bebía el vino de los alrededores o el que llegaba desde La Mancha. Desde donde partían, descansaban o llegaban los viajeros que transitaban por esta Villa y Corte. Allí transeúntes y bestias recibían las últimas o primeras atenciones de nuestra ciudad… viandas y camas. ¡Ya predicaba el dicho!, aunque hoy sea equivocado: “Madrid alegre y bravía, con mil tabernas y ninguna librería”. Don Hilarión, el de la Zarzuela, diría en estas que es gracias a la ciencia que avanza… que es una barbaridad.
Ahora, como decía, las míticas Paradas de Postas dejan atrás el gato por liebre y ofertan una demostrada variedad gastronómica de excelente calidad. sobre este asunto en Madrid se sabe mucho, tanto que debe ser cauta para que no siga proliferando el tolaguirismo o sensación de ser tratado como turista, de estar pagando más de lo que se debe. Por cierto que la picaresca de la crisis ha hecho muy visibles numerosos carteles con ofertas de bebida o comida que no lo son aunque se maquillen de ello.
Los bares, que no tienen hospedaje ni cama aunque para algunos lo parezca, son los más básicos herederos de aquellas Paradas de Postas, son epicentros de historias, vidas y chismorreos donde departir entre refrescantes cañas de cerveza que sirven de parapeto para estos días primaverales de estación y agosteros de calor.
Buena prueba de ello, y también de cosmopolitanismo en la calle, lo encontraremos en La Latina, abigarrada, de deseo libre y sentimiento populoso. Allí, las plazas y espacios abiertos como La Paja o Humilladero siguen dando vida, oxígeno y algunos quebraderos de cabeza a un pedazo de Madrid tan castizo como el que más. Para el que llega de fuera en estas fechas, tan solo es posible concebirlo paseando sin prisa al atardecer y disfrutando en sus bares como la vida fluye sobre un mostrador de metálico brillo en el que continuamente se desparrama la espuma de las cañas de cerveza. 

Durante unos minutos, hasta ese momento, los pasos habían permanecido detenidos frente al violinista, que todavía dejaba huir libres sus notas al cielo. De pronto, esos pasos prosiguen y se pierden junto al Jardín Botánico, que a esas horas no es más que una mancha oscura y fantasmagórica para el que camina por su vera. En la noche, dejando a un lado el Museo Naval, recorrerá el Paseo del Prado hasta Cibeles y de ahí, como en Atocha o en todo Madrid… a cualquier lado.

martes, 14 de junio de 2011

Una narrativa corta...

DE ESCORPIONES Y RANAS
Por: Jorge Bermejo

¡Y ahora nos parece que sólo habría bastado con gritar eso!.
Y se habrían derrumbado los decorados, se habrían desecho los maquillajes,
habría huído el director por la escalera de servicios
y los apuntadores se habrían refugiado como ratas en sus madrigueras...
¡y habría llegado de un soplo la década de los sesenta!.

ALEXSANDR SOLZHENITSYN - Archipiélago Gulag




A Nari le ha despertado muy temprano el sonido de su teléfono asignado. A través de una línea desviada desde otra ciudad y otro país ha podido hablar con su familia. Ellos no saben donde se encuentra, o mejor, creen que está en otro lugar, en otros asuntos. ¡Es parte del juego!.
Mientras se siente cerca de los suyos, el sol penetra intemporal, como todo, en la habitación despejada. Sabiéndose bienvenido, se cuela a través de un arco blanco y explota sobre el escritorio vacío, en el que solamente duerme una carpeta, desde el que Nari escucha voces que le emocionan hasta sentir como se humedecen los ojos.
Él no es como aquellos entre los que se encuentra, en un espacio donde los sentimientos se deben ocultar, donde no se debe compartir para no dejar huella del camino andado, allí donde nada es personal y todos están de paso, tanto como aquella foto que siempre le acompañaba y ahora, rápidamente, se ha hecho pasado. Aunque ya no está, él la miró tantas veces, durante tanto tiempo, que puede recordarla con todo detalle.
Encorvado sobre el teléfono escuchaba voces de la vida real. Parecía cansado y desmejorado. Por las noches pasaba demasiadas horas buscando significado a la dualidad descontrolada y sentido a lo que hacía. En silencio, en la penumbra de una inmensa luna llena, lloró hasta quedarse sin lágrimas, e incluso rezó en lo más duro de la tormenta buscando un amanecer despejado tras la lechosa luz que resplandecía enganchada del ángulo de la ventana.
En alguna ocasión, debajo de su habitación, en la calle, ha llorado con él la vieja carreta que se recoge vacía, como lo hizo antes el carretero, de rodillas sobre la tierra en la que ese día tampoco había nada que arrancar, como lloraron otros antes que Nari, que pago un alto precio, y lo harán otros cuando él ya no esté. Poco más puede quedar sino dar el paso y marcharse para siempre sin mirar atrás.

No hay viento cuando sale a la calle. Apenas hay vida. Las gentes han ido a rascar la tierra y él cruza la aldea hasta el otro extremo. En el camino se ha parado para saludar en árabe a un par de abuelos que toman té en un diminuto parterre. Ven pasar la vida bajo una techumbre de madera que amenaza ruina, pero aún así nunca se han movido y nunca ha pasado nada. Después prosigue el camino con su carpeta en la mano.
Ya no sorprende a la gente de aquel lugar ver occidentales por allí, siempre hay bastantes y eso les gusta, dejan dinero en la aldea y nunca han molestado. Esto último parece ser una regla de oro que se cumple a rajatabla y en la que los jefes ponen todo su empeño, sobretodo el Master.
Mientras Nari se aleja, los abuelos no han dejado de mirar esa inquietante carpeta intentando imaginar que contendrá. Él lo sabe, despachará en unos minutos con el vicedirector de la empresa y en esa carpeta está su trabajo de varios días. Pronto se celebrará una reunión de máximo nivel, con excelentes beneficios en juego. Para eso ha debido elaborar algunos Q&A de diferentes supuestos que pueden preguntar al Gran Jefe, el Presidente o alguno de sus ministros, unos cuantos perfiles psicológicos, unas pocas fotografías y algunas listas de proveedores.

Una corriente de aire ha levantado sorpresivamente el polvo y la calleja comienza a esconderse. Durante unos instantes apenas se ve  justo delante, pero pronto todo se calma y ante Nari aparece la figura de un hombre de gran tamaño al que todavía no logra distinguir. Al llegar a su lado descubre, bajo el sol, que es Benjamin, aunque realmente no se llame así... allí nadie se llama como dice llamarse. Trabaja como escolta de los jefes, un subsahariano con aspecto de armario que, desde hace mucho, acompaña a la empresa donde quiera que va. Habla muy bien el idioma de Nari y siente verdadero aprecio por él, aunque el sentimiento sea tan mutuo como oculto. Ambos no saben apenas nada de sus vidas, es mejor que sea así. Lo que en ese momento, además, no sabe Benjamin es que apenas le queda un año de vida. Lo último que se supo de él fue que murió en Libia, trabajando para otra empresa. Nari, por entonces, tampoco lo sabía.
          -¿Cómo está tu guapa chica?- Pregunta Benjamín sin detenerse mientras apunta con el dedo índice a su amigo
          -Ya no hay guapa chica, pero... gracias…-
Sus pasos continuaron por caminos diferentes, mientras el polvo comenzaba a cubrir la ropa y el silencio regresaba a la aldea.
          -Lo siento mucho... Nari. Se lo que...- gritó sin acabar la frase, desde el otro extremo de la calle. Pero Nari solo se volvió para forzar una sonrisa.
Al final aquel instante, que miraba cara a cara con ojos sinceros, se volatilizó y su rastro se ocultó bajo la arena, perdiéndose más allá de la aldea. Con el tiempo, de aquella mañana tan solo quedó la hermosa luz que se grabó en su retina y la memoria de los que jamás regresaron.

lunes, 2 de mayo de 2011

Entre bambalinas

PAISAJE VELADO
Por: Jorge Bermejo

Dedicado a las sombras solitarias y silenciosas, especialmente a las que no regresaron del otro lado…

“Las guerras entre clanes, tribus, grupos étnicos, comunidades religiosas y naciones han predominado en todas las épocas y en todas las civilizaciones, porque están enraizadas en las identidades de las personas”
CARACTERÍSTICAS DE LAS GUERRAS DE LÍNEAS DE FRACTURA. Choque de civilizaciones. Samuel P. Huntington


Anochece bajo un cielo rayado en la frontera entre Argelia y Marruecos. Bajo el relente del ocaso comienza a refrescar y raramente el viento no sopla según lo previsto, pero aún así barre delicadamente la arena formando hermosas ondulaciones y extraños dibujos. El vacío parece absoluto. Solo una figura espera quieta, mirando a la lejanía sobre una duna, cubierta por una capa que evita escapar calor y radiaciones, pero alrededor no hay nada ni nadie porque no existe nada, pocas cosas transmiten tanta soledad como aquel remoto lugar.
En algún espacio indefinido de la franja occidental argelina, a poca distancia de la pista que desciende hacia el sur, cerca de la división entre los dos países, una sombra, la figura, se escabulle entre las dunas. En un gesto rápido se ha subido a una pick up Pathfinder, sin luces, que ha parado durante algunos instantes en el punto exacto que marca el GPS de abordo. Después gira y deshace los kilómetros recorridos que lo separan de Orán, pero la sombra entre las dunas, volverá a escabullirse en la noche antes de llegar al final de su trayecto. Un guía cruzará con él la frontera y lo acompañará a un refugio seguro y discreto, al otro lado, ya en Marruecos.
Entre tanto, durante el trayecto, se confirma que la información transmitida en tiempo real ya se está desencriptando en España, donde los expertos comenzarán su trabajo hasta convertir las mil piezas del puzle en un ordenado mapa que acabará en las mesas del Rey, el Vicepresidente y el Presidente del Gobierno, los ministros de Defensa, Exteriores y Presidencia, el Jefe del Estado Mayor, algún Secretario de Estado y, posiblemente, determinados hombres de confianza. También estará en los diferentes estamentos involucrados en la Inteligencia española, como llegará a los que faltan en el gabinete que coordina las operaciones sobre Libia y, poco después, a la portavoz y al enlace OTAN que a esas horas dormía tras un viaje.

Paralelamente, no hace tanto que el Presidente de Estados Unidos autorizó a sus especiales operaciones encubiertas sobre las eternas tierras magrebíes. El Gran Amigo viene una vez más con la caballería y los aliados toman nota entre suspiros de alivio, hace tiempo que sus equipos ya están activados y operan al máximo nivel. Hay áreas que concentran a más de una veintena de informantes entre nativos y extranjeros, e incluso han recibido apoyo puntual externo.
Ahora queda esperar que la opinión pública desvíe el eje de atención para que afloje la presión existente.
Por su parte, Marruecos camina al límite y sus amigos colaboran para que allí no se desencadene una revolución incontrolada, a imagen y semejanza de algunos vecinos, que haga perder al mejor aliado en la zona. La situación en ese país es muy diferente y por eso, en silencio, en los despachos y sobre el terreno, en las sombras, se procura no dejar ningún cabo suelto para que esta vez no sucedan imprevistos.
La información obtenida aquella noche por las múltiples sombras que han vagado a lo ancho y largo de la franja norteña de África de manera sincronizada servirá para controlar y neutralizar posibles injerencias no deseadas. En el lado oriental han operado unidades americanas y comandos británicos apoyados por agentes de campo en Egipto, pero también en Bengasi y otras localidades, y en el occidental es donde franceses y españoles, junto con americanos, se sienten más cómodos, aunque trabajen otras nacionalidades. Nada es casual, nada ocurre por azar, y nada retrasa lo que las sombras esconden.
Las operaciones clandestinas ya llevan tiempo funcionando, siempre hay alguna en marcha desde lejanos desfiladeros en las ex repúblicas soviéticas hasta las selvas fronterizas entre Colombia y Venezuela, pasando por Oriente Medio, Afganistán o Pakistán.
Las presiones desde el ámbito político crecen por momentos sobre los servicios de acción exterior. Cualquier refuerzo es poco, se activan antenas y colaboradores debajo de las piedras e, incluso, se modifican conductas de aquellos operativos destinados a otros asuntos como el tráfico de drogas. El terrorismo no descansa sino que espera latente moviéndose en las mismas sombras que lo combaten y España está solamente a un paso, quizás... en la penumbra.
Los diferentes Servicios ya trabajan con hipótesis que cobran cada vez más cuerpo y se barajan acciones terroristas contra occidentales en territorio marroquí. La especialidad de la zona, transmitida desde el sur, son los asesinatos con kalashnikov, difíciles de ejecutar allí y los secuestros, pero también se trabaja con la posibilidad de una potente bomba en zonas turísticas como punto de partida para la desestabilización. Por eso las células trabajan a tope y se suceden las reuniones y los contactos, es la acostumbrada carrera contra reloj.
El tiempo pasa y la sombra, como muchas otras aquella noche a lo largo y ancho del Magreb, ya se ha escabullido. Desde allí hasta el final de su recorrido en el lado marroquí transcurrirán pocas horas, pero a la sombra sobre la duna le habrán parecido demasiadas. Pronto cruzará la frontera con Melilla y, tras ello, las rutas alternativas por Ceuta y Tánger se desactivaran. En cuestión de horas se ha ejecutado una operación conjunta y sincronizada para obtener información vital y posibilitar la neutralización de peligros inminentes... ¡pero el mundo seguirá su camino!.

N.B.- Las casualidades hacen que poco tiempo después de escribir esta reflexión se sucediesen determinados hechos de importancia tales como la explosión de una bomba en Marruecos o la neutralización de Bin Laden.

domingo, 17 de abril de 2011

En el campo de batalla...

QUIJORNA DE MADRID
Por: Jorge Bermejo

A Mara, mi primera dedicatoria para ella, porque nada más llegar ha llenado de alegría a cuantos la querremos a lo largo de la vida, sea en la cercanía o… en la lejanía cercana. No sé escribir cuentos para niños, pero a cambio tendré paciencia hasta que tú crezcas y puedas leer estas palabras en primavera. ¡Bienvenida!...

A Carlos de la Fuente, buen tipo, mejor marino, excelente amigo e inmejorable persona.

Llevan un tiempo diciendo que se han detectado linces ibéricos por los contornos de Quijorna, en la provincia de Madrid. ¡No me extrañaría!, a la vista de la ingente cantidad de conejos y roedores que campan por la zona. Personalmente estaría encantado de ello y me gustaría ver en vivo y en directo a una de esas joyas de nuestra riqueza animal, y de esta manera satisfacer una inquietud más y vivir la experiencia y el placer de descubrir lo que siempre hemos sabido por boca de otros. 
Hasta ahora, uno que es más bien urbanita, solamente ha visto otro tipo de linces. Me refiero a los que campan por la fauna capitalina y son bípedos, y además añado que estos no están en peligro de extinción, ni tienen porqué ser exclusivamente ibéricos. Carandell, don Luís, el maestro de periodistas y de la vida, diría en estas que… ¡eso se queda ya para los jamones y embutidos!
Pero ahora prefiero seguir alimentando el equilibrio que regala la grandiosa vista que me envuelve. Como en casi toda nuestra España, ahora es justamente el mejor momento que tienen los campos de Quijorna y su hermoso contorno, donde acaba de explotar la primavera, para ser disfrutados con el debido respeto. 
Así me encuentro con el sol de mediodía escoltando generosamente mis pensamientos y un concierto perfecto, con su orquesta de multitud de avispas encargadas de los instrumentos de viento y que no paran de zumbar (¡y yo que pretendo hacerme el valiente entre todas ellas!), de chicharras diestras en el chelo y la cuerda o decenas de pájaros que afinan el belle canto desde lo alto de los árboles. Y justamente por encima, como si se pudiese tocar, el cielo está despejado. No tiene heridas, no necesita el algodón de las nubes esponjosas. Su piel azul está inmaculada a la vista de ese Astro Rey, tan intenso como las sensaciones percibidas, tanto como para cumplir el tópico de beberse la vida a sorbos pequeños… pero refrescantes.
Aún imbuido por la aromática belleza, no olvido que es esta tierra de heridas y sangre, de enseñanzas aprendidas en horribles sucesos reales y de triste sufrimiento quizás en días tan hermosos como el que relato.

Hace muchos años, durante nuestra maldita Guerra Civil, se produjo una histórica ofensiva que supuso la movilización de dos ingentes Ejércitos enfrentados que agrupaban una enorme fuerza de maniobra y que costó decenas de miles de muertos (no importa el bando si están muertos) dentro del contexto de la lucha por Madrid.
Con el tiempo, a la acción se la conoció como la Batalla de Brunete
El campo de operaciones, a pocos kilómetros de la capital de España, fue realmente extenso, abarcando numerosos términos y localidades.
Pero ahora, más de setenta años después, mientras piso estas tierras de sacrificio, cuando estoy en un punto elevado divisando la grandiosidad hasta la lejanía de lo que fue el frente, percibo todo con otra dimensión y me pregunto si mereció la pena. Con la idea de que no hemos aprendido de nuestros errores no me cuesta en absoluto imaginar lo que sucedió en este trozo de nuestra Piel de Toro hace tanto tiempo, entre el 6 y el 25 de julio de 1937.
Durante la batalla, tanto la actual finca en que me encuentro mientras escribo estas líneas como los terrenos que componen el término municipal de Quijorna se convirtieron en botín y premio para ambos bandos. Era el enfrentamiento medido entre la disciplina, el miedo y la temeridad de falangistas, moros y legionarios o las fuerzas navarras de la IV Bandera con la tozudez y el idealismo aguerrido del célebre Campesino o la destreza de la 46ª División del Ejército leal a la República, parte de cuyo contingente estaba acantonado en Quijorna.

Con los pies sobre el terreno de un sangriento campo de batalla se ve, efectivamente, todo de otra manera. Como ya he mencionado antes, la vida que afortunadamente el hombre no domina se abre nuevamente paso, y visto así cuesta pensar que la localidad y su contorno fueran tan terroríficamente castigados, tanto como para que solo quedase en pie una parte de la Iglesia y algunas casas aisladas, o tanto como para tener reservado en la historia contemporánea un destacado espacio entre las ofensivas más importantes de nuestra guerra.
Las operaciones militares de estas fuerzas en maniobra se enmarcaban dentro de una ofensiva del Gobierno destinada a aflojar la soga que Franco tenía colocada entorno a Madrid-ciudad, la cual se iba cerrando peligrosamente. Por eso y además para lograr desviar recursos sublevados desde el Frente del Norte, el Ejército leal desencadena una dura ofensiva en estos parajes.
Uno, que conoce algunos olores, puede imaginar el que flotaría en el aire aquel verano del 37, entre explosiones y tiroteos. Puedo lograr imaginar columnas de humo en la lejanía, y aviones sobrevolando las extensiones verdes por donde ahora campan caballos, perros, torcaces o faisanes presumidos… y nosotros.
Lo triste de todo momento mágico, ya sea en Quijorna como en nuestra intimidad, es que resulta ser efímero –carpe diem-, que se aprende en la experiencia y que jamás se transmitirá como se recibe cuando fluye in situ con intensidad propia y en demasía, como parecen hacerlo, desde esta vega con altozanos, las suaves laderas del contorno al que miro. Con el viento parecen olas en el mar, un mar ahora verde.
La belleza es sencillez mesurada, salvo aquí, donde esa prudencia de lo natural no se esconde en primavera y se perfila delicadamente entre siluetas y brillos, con los campos reventando de verdor y vida en una estación más que nace con muchas ganas de vivir, abriéndose paso sobre todo. Así parece que el tiempo se ha detenido, que solo se quiebra su fragilidad al paso del majestuoso águila que flota imponentemente en la nada del cielo azul, limpio e intenso, bajo el sol de mediodía. Sobrevuela oteando el horizonte, esa cuasi-completa línea curva que delimita el fin del mundo. Trae quietud, la que a mí me acompaña mientras me limito a seguir observándolo.
Alrededor, de repente, todo se ha vuelto silencio. La orquesta de la naturaleza no toca ya pieza alguna. Las horas han pasado creando un atardecer de caramelo que no nos abandonará hasta el ocaso. El sol rezuma rayos brillantes, como gotas de aceite de oliva, que mueren en los promontorios y las planicies, y el éter se muestra cargado de una mágica luz vaporosa tanto como penetrante. Delicadamente se va filtrando, como ese aceite, entre los claroscuros y entre los arbustos, y en la memoria enterrada, la que duerme sin volatilizarse en la piel de nuestra tierra. 
Aunque todavía hay claridad, que se resiste a ser oscurecida por la noche del tiempo, he cerrado los ojos por unos instantes. Otro día… ¡miraré a las estrellas!

lunes, 11 de abril de 2011

Un lugar en alguna parte...

MEMORIA DE LOS PASILLOS FRÍOS
Por: Jorge Bermejo

“Hay pasillos fríos y aparentes, como hay almas gemelas y distantes…”

Pasillos fríos y extraños, recovecos de discreción animados por la buena gente que te cruzas en el camino. Café en un despacho y café en otro con viejos amigos que apenas ves más que de vez en cuando, y por eso descubres, en ocasiones tarde, que aquel que era tal ahora es cual o sencillamente ya no está. También están el personal de toda la vida, y las caras menos conocidas que apenas te saludan, y los pasos perdidos acompañados de ecos sordos que llegan con gestos serios.
Mientras caminas por algunas dependencias resulta que te sientes extraño entre tanto silencio y, en ocasiones, hasta caminas sin hacer ruido para no romper la aparente paz conventual que se respira. Todo eso se rompe sorpresivamente con las salidas en tropel de algún despacho tras finalizar una reunión, y por momentos los pasillos fríos se tornan más cálidos y transitados.
Al final, entre todas esas dependencias frías en las que se mezclan los pasos envasados al vacío, logras sentirte más cómodo en algunas que ofrecen entretenimiento mientras vas o vienes.
Particularmente me gustan esos lugares en los que se puede recrear la vista matando la espera hasta que la campanilla del ascensor te avisa de su llegada o la puerta de determinada sala a la que vas a acceder se abre devolviéndote a la realidad. Me refiero a aquellos que exhiben cuadros alegóricos, metopas o maquetas, algunas de preciosos barcos protegidos en urnas de cristal.
Y están los que solo son transitados por unos pocos elegidos, donde se deciden asuntos que marcarán el devenir de España, esos con ascensor directo, llave de planta y escáner incorporado, pero todo esto... es otra historia.

Hay pasillos fríos y aparentes, como hay almas gemelas y distantes, hay pintura nueva y olores de siempre que se reconocen aunque los percibas camuflados.
Para evitar errores a quien desea evitarlos hay pasillos pintados con diferentes colores que reflejan entre sombras indistinguibles nuestras figuras opacas, oscuras y espigadas proyectadas en el suelo brillante. O están esos luminosos, que en los atardeceres de espera regalan una claridad especial, relajante, embutida en silencios que de vez en cuando rompe el motor de un helicóptero aterrizando en la azotea. Pero todo sigue siendo frío para el extraño y uno, que es más clásico, prefiere madera y olor a viejo: libros viejos, viejos amigos o conversaciones tan clásicamente viejas como el desayuno abajo, o enfrente. Y al fin rezuma más calor humano lo céntrico que lo periférico.

Porque están vivos existe memoria de esos lugares, y raramente se olvida si ha sido importante el paso por ellos. Todo es, al fin y al cabo, como la vida misma aunque se pretenda en algunos casos anestesiar o desvanecer el instante camuflándolo entre el polvo de la huida. Pero aún así quedan conversaciones y vivencias que parecen haberse prendido en sus paredes y las recuerdas cuando vuelves a pisarlos. Son las que resuenan monótonas una y otra vez, como el soniquete de un carillón cuando marca el tiempo. Son las que se comparten, o se desdoblan, como precisamente esos despachos y pasillos que se pierden más allá de cualquier hall.

viernes, 4 de febrero de 2011

Crisis en los países árabes

NEGOCIACIÓN A LA CARRERA
Por: Jorge Bermejo


La de hoy, a ciencia cierta, ha sido una noche muy larga para mucha gente. De hecho, en muchos despachos del mundo, incluyendo alguno de Madrid, aún no se han ido a dormir y hay quien todavía aguarda. Sin embargo las horas pasan y los teléfonos no suenan con la llamada esperada. Parece que la necesidad de cambio es imprescindible, y este se hará seguro, pero los tiras y aflojas muestran que no está tan claro que sea mediante un corte radical o instantáneo.

Ahora, mientras escribo, está amaneciendo sobre Egipto con ruido de fondo, con diecisiete grados… y agradable, como su gente, pero nublado… como su destino. Despiertan las calles de El Cairo, aunque ciertamente no hayan dormido. Al final, entre unos y otros, hay demasiados que han descansado mal esta noche.
Y todo porque las últimas y frenéticas horas que estamos viviendo están experimentando uno de los mayores despliegues diplomáticos y políticos de la historia reciente. Toda una lección a aprender que bien debiera acabar en Magistral, aunque lo seguro es que se trata de un examen decisivo para entrar en una nueva era sin tener una guerra por medio, demostrándonos (la especie humana) que el dialogo y la diplomacia también solucionan cosas.
Hoy, cuando amanezca, estaremos ante un día de punto y final… o punto y seguido, y las próximas treinta y seis horas serán decisivas para la resolución de este magnífico hecho al que asistimos todos.

Desde que en las últimas horas la postura de Washington se ha radicalizado más, la posición de Mubarak se ha resentido peligrosamente hasta el punto que muchos ya saben, a esta hora, que saldrá de inmediato del poder. El nuevo presidente transicionista (al que ya telefonean las cancillerías para tratarlo como nuevo presidente) es Omar Suleiman, todopoderoso spymaster con Mubarak y uno de los mayores especialistas en la lucha contra el radicalismo islámico. El rais ya está fuera de juego, es un juguete roto, un jarrón chino que mantiene todavía el suficiente respeto de su ejército, el segundo más ayudado en oriente medio por los EE.UU. Esta institución, tan valorada en el país y cantera de los presidentes, mueve ficha para posicionar a su hombre: Suleiman.
Occidente aguanta la respiración. Tiene demasiadas vergüenzas escondidas tras veinte años de connivencia con el gobierno de Mubarak, y especialmente con Suleiman, el heredero. En cualquier caso, todos menos el presidente tienen prisa por solucionar este conflicto que paraliza un país, la zona y a medio mundo. Se ha pasado a la carrera de intentar organizar una oposición razonable a apremiar la articulación de un nuevo gobierno de unión y consensuado (en el no deben faltar Al Baradei, Suleiman y, de alguna manera, los Hermanos Musulmanes, cuyo poder vamos a conocer pronto).
En este sentido es importante resaltar que hoy los minutos cuentan. Mientras en El Cairo se mantenga la intriga, otros focos de tensión se relajarán restándoles el protagonismo necesario para crecer. Esto sería una mano de amigo extendida directamente sobre Jordania, excepcional aliada de occidente en la zona, y lugar donde hoy, coincidente con la de Egipto, hay convocada otra manifestación de importancia interior y que es necesaria -sino difuminar- si camuflar.

(Foto izq.: BEN CURTIS / AP)

Protagonistas serán hoy, como hemos mencionado, los Hermanos Musulmanes (en adelante HM), imprescindibles en la transición. Hasta el momento no habían actuado nunca de manera oficial como colectivo, evitando de esta forma soliviantar a diferentes partes implicadas. Pero hoy eso cambiará durante la manifestación (que nacerá en la famosa plaza Tahrir) convocada para las próximas horas por toda la oposición.
En El Cairo, hoy capital del planeta, como en los países musulmanes durante el viernes de oración, las concentraciones humanas en los accesos a las mezquitas resultan ser un espectáculo impresionante. A la salida del rezo un mar de gente inunda las calles, como lo hará hoy para asistir después a la que ya han llamado La Gran Marcha del día del adiós, en referencia al presidente.
No debemos olvidar la propia idiosincrasia del país, ni que es un puente de diferentes influencias internas, a caballo entre el MAGREB y el oriente próximo/medio donde precisamente debe mantener un equilibrio vecinal, no en vano tiene a Israel o Libia de vecinos.
Así es más sencillo comprender la dinámica paciente y tranquila que aplican ellos mismos -no otros- en la revolución de Egipto, el corazón de los países árabes, una buena tajada… con el pueblo, como siempre, en medio.

Aún así, en el aire se respira cambio, y aquellos, los HM, están sabiendo ganarse la calle sin prisa pero sin pausa. La organización se adapta y sabe moverse gracias a sus matices religiosos, las experiencias obtenidas en otros países del entorno, así como una excelente red asistencial gratuita y, por extensión, a la solidaridad del Islam (digno estos temas de ser tratados en otra ocasión).
Políticamente esto se ha traducido para ellos en una mayor penetración y asentamiento y, en un Parlamento de 455 escaños, también en un ascenso desde los 17 a los 88 diputados. Lo dificil de comprender es que este crecimiento se estuvo gestando a la sombra de la represión y sobre determinadas corrientes radicalizadas del Islam que se expandían por el territorio, aunque esto oficialmente no ocurriese. Posteriormente se estuvo alimentando por un excesivo alineamiento del País del Nilo con las tesis pro-occidentales, hasta que el equilibrio se ha roto.
Es frecuente equivocarse en estos aspectos. No se debe creer que lo pensado por occidente, el rais o su gobierno es efectivamente lo que desea el pueblo, y los HM, que están allí, se han dado cuenta a tiempo y efectivamente de ello.
Esta pieza del puzle, que conformará la transición egipcia, es la más difícil de encajar, pero a nadie le cabe duda que deben tener un espacio propio en la mesa de decisión que se esconde entre bambalinas.

Definitivamente es tiempo de vivir el momento y queda mucho por escribirse, pero estamos en la fase de los medios de comunicación, que están al corriente de muchas más cosas de lo que parece, y ellos se encargarán de hacerlo. En pocas horas veremos de nuevo como efectivamente la historia, también en Egipto y en el área, es cíclica. Suleiman, el vicepresidente de Mubarak, alcanza la presidencia, como antes hizo este cuando fue vicepresidente con Anwar el-Sadat.

lunes, 31 de enero de 2011

Alea iacta est

VIEJAS REVOLUCIONES, NUEVAS FORMAS
Por: Jorge Bermejo / Fotos: REUTERS/Amr Abdallah Dalsh

“¡Es el futuro!,
¡qué época tan fascinante vivimos!”.

Capt. Jack El Afortunado Aubrey
Master & Commander
El MAGREB se recoloca. Parafraseando precisamente a Jack El Afortunado en una conversación con la oficialidad de la fragata Surprise, podríamos añadir que la revolución en Túnez y Egipto está siendo franca sobre el agua y cortante bajo ella.
Pronto veremos quién sabe aprovecharse de ello, aunque mucho me temo que el islamismo político va a subir como la espuma aprovechando espacios vacios.
Actualmente Egipto está técnicamente en situación de desgobierno. Quizás, a estas horas en las que publico la reflexión, Mubarak ya no sea presidente. Así de rápido va todo y el desenlace está más próximo de lo que pensamos. El Rais va quemando cartuchos y solamente tiene dos caminos.
El primero sería una huida hacia delante con un progreso muy cuantitativo en la represión y un intento de disolver todo en una implosión pasajera. Este caso, según pasan las horas, queda más lejano dada la expectación que levanta figurar en las primeras planas del mundo. Además el ejército, que ya está negociando con la oposición –reconocimiento de facto- ya ha dicho que no levantará las armas contra el pueblo, así que lo único que le queda al presidente es una salida digna, intermediada internacionalmente, pactada y colaboradora.
Efectivamente Egipto ya arde en lo que parece ser una revolución con connotaciones muy definidas en primeros y segundos planos:

Revolución de corte mayoritariamente urbano: Debido a que el Gobierno mantiene un férreo control sobre los medios de comunicación de toda la vida (periodicos, radio o televisión) el roll no se transmite correctamente al medio rural, donde no se utiliza tanto internet.
Revolución con un importante nivel cultural: En las acciones se mezclan de igual a igual desempleados, analfabetos, internautas, artesanos, estudiantes, abogados y juristas, etc… igualmente cubre todo el espectro de edades.
Revolución NO ideológica: Con el fervor patriotico por Egipto bien diferenciado. Debemos observar que detrás de la movilización encontramos un movimiento ciudadano generalizado cuyas raíces tienen puntos en común. Cuenta con líderes de peso, la oposición está organizada y ya posee la simbología de los mitos, personas de la calle que han muerto por la causa. Lo demás es ganancia de pescadores en río revuelto.
Efectivamente la oposición, donde los Hermanos Musulmanes tienen un peso importante, ha logrado encontrar un nexo de unión en el interés por la salida inmediata de Mubarak, y eso los hace fuertes para negociar con el ejército y el primer ministro, enviado directamente por el propio presidente. Al Baradei, experto en situaciones límites, sabrá jugar la baza en beneficio propio frente a otros líderes, y de hecho ya negocia como si fuese segura la salida del gobierno. Aprende rápido del caso de Túnez.
Revolución Tecnológica: Asistimos a la primera verdadera gran revolución de este tipo en la historia. Comenzó en un caldo de cultivo idóneo, en medio de un ambiente enrarecido por el aumento de los precios de los alimentos y el descenso del poder adquisitivo.
Wikileaks colabora publicando información explosiva sobre la fortuna de Ben Alí y su entorno, añadiendo además datos sobre el profundo grado de corrupción en esta casta.
Después llegó el turno de las redes sociales –Twiter y Facebook especialmente- y las grabaciones de móviles colgadas en internet, que quedaban fuera del alcance del gobierno. Por ello el país permanece ahora incomunicado.

En este sentido, el de la comunicación de la información, se están viendo en diferentes medios una serie de errores de definición. En realidad, no es correcto denominar a estos países de los se habla con asiduidad como dictaduras, reinos o repúblicas hereditarias. En la extensa franja mediterránea solamente son excepción Siria y Marruecos (y más allá Jordania), que ya tiene experiencia en transmisión de poderes entre padre e hijo, y Líbano, que siempre anda entre familias.
En el caso de Egipto o Libia, donde hay posicionamiento de hijísimos, estamos más bien ante una cómoda gerontocracia organizada y auto protegida. Esto precisamente es lo que más preocupa a los demás países árabes… que está cayendo por igual un pez chico como Túnez tanto como el pez gordo que es Egipto.
Mientras el país de los faraones centre la atención no habrá espacio para dar protagonismo a otros levantamientos populares, por eso el contagio revolucionario parece que pierde fuelle más allá. Así Yemen huele a quemado y Jordania atrae peligrosamente la atención. En Marruecos –caso particular- han muerto cuatro personas inmolándose y el gobierno ha decidido, como en otros sitios, mantener artificialmente el precio de los combustibles y los alimentos básicos.
El caso de Libia pasa desapercibido aunque se han producido algunas manifestaciones menores y el gobierno va a potenciar la vivienda social. Siria permanece en silencio. En cualquier caso en estos tres últimos países los bomberos del Estado están activados y será difícil que se mueva un alma.
Sudán, Chad o Mali forman una especie de cinturón satelital del eje central. Permanentemente caminan por la cuerda floja pero no andan en la misma sintonía que sus vecinos.

De la misma manera se debe hacer un seguimiento del constipado económico para conocer las repercusiones de este tipo y comerciales que supone, por ejemplo, el corte temporal del Canal de Suez, paso destacado en el tráfico marítimo de combustibles.
Aunque algunos datos parecen sospechosamente preconcebidos, no debe haber en el mundo mucha gente que sepa con certeza como concluirá todo este proceso regenerador y ciudadano al que asistimos. Si bien es cierto que estas serán jornadas para recordar y de las cuales se sacaran a posteriori muchas conclusiones, la historia es usualmente cíclica –adaptándose a las épocas y civilizaciones- y esto es tela de retales bordados en el pasado, sobre todo durante los ciclos de independencias coloniales y sus periodos posteriores.

Lugares míticos como El Cairo, Asuán, Luxor o Suez arden. A muchos les resultan familiares estas ciudades pues, no en vano, el turismo es uno de los motores nacionales. Ahora la sociedad común mundial se despierta desconociendo la realidad de un (en este caso) país que cuenta con la simpatía occidental. De repente su grito, el del legítimo pueblo, se ha escuchado y el mundo entero mira hacia la plaza Tahrir tanto como hacia un desbordado palacio presidencial donde ahora habita el desconcierto, que no el presidente (Mubarak se encuentra refugiado en la localidad de Sharm el-Sheikh, desde donde partiría hacia el exilio).

lunes, 24 de enero de 2011

GLASNOST EN EL TELÓN DE ARENA

Con notas de inventario sobre la inteligencia española en el norte de África
Por: Jorge Bermejo


El mundo se está transformando. Ahora, inteligente lector, lo está haciendo quizás mientras leemos estas líneas. A veces lo hace estruendosamente pero otras es silencioso y sigiloso como el desierto. Comparativamente es como si el núcleo del planeta se recalentase y necesitara reventar en explosiones controladas, provocando un gran movimiento global de masas tectónicas que comienzan a chocar aquí y allí indistintamente. En algunos lugares apenas será perceptible, pero en otros será todo un terremoto.
Así, lo que está sucediendo en determinados países -principalmente del entorno árabe- es una reubicación mediante una regeneración interna natural fruto, sin duda, de una necesidad enquistada. El mundo avanza y nadie quiere quedarse al margen, tampoco en lo esencial: La democracia y el pan, bienes que solo disfrutan unos pocos privilegiados. Pero eso, para no olvidar lo que cuesta, para no ser un hecho fallido, debe de “ganarse” ordenadamente desde el pueblo, por lo que los países del primer mundo y otros que tienen relación, deben dejar que su camino siga evitando el dolor en lo posible y permaneciendo alertas por si, en último caso, hay que intervenir al estilo Petersberg (peaceenforcing / peacekeeping / peacemaking).

Revisando documentación comparativa para elaborar esta reflexión he vuelto a echar un vistazo a una película grabada por el CESID (difundida en medios) durante la revolución que costó la vida al dictador rumano Nicolae Ceauşescu. Es una grabación casera realizada desde un vehículo por un miembro del servicio en Bucarest, y de ella impacta ver la vida en la calle aquellos convulsos días.
De esta manera visualizo e interpreto mejor lo que puede estar sucediendo en lugares como Túnez, tan cerca de nosotros, donde la gente está en la calle dando forma a la Revolución de los Jazmínes. Resulta hermoso y paradójico tomar la costumbre de adoptar estas denominaciones tan hermosas para sucesos que casi siempre van manchados con sangre inocente.
Soy un glasnóstico sobre lo que nos deparará este periodo porque vivimos épocas tan extrañas como históricas donde todo es posible. Somos testigos obligados de ello aunque la sociedad común no sea consciente en su profundidad, pero el mensaje es claro: Son momentos de cambio, de glasnost, como se diría veinticinco años atrás, y esto es parte de esas transformaciones que se están produciendo a todos los niveles esenciales. ¡No es capricho!, es necesidad.

Por ahora, solo asistimos a episodios que bien pudieran ser parte de la caída del Telón de arena. Así, de nuevo vuelve a saltar la alarma en MAGREB y observamos con incertidumbre la posibilidad real de un contagio zonal de manifestaciones populares de protesta y de diferente índole. Marruecos y Argelia preocupan siempre, especialmente a España, pero en este momento Túnez ocupa el primer plano y eso conlleva sus repercusiones. Tampoco quitemos la vista a Egipto, cuyas próximas elecciones lo situará en portada de noticias. La perla del Nilo publicita herederos en un momento especialmente delicado para las largas gerontocracias que pueblan la región.
Por otra parte preocupa el contagio directo o indirecto que se pueda dar en países débiles como Chad o Mauritania, donde a la buena capacidad de maniobra de grupos radicales y a las crisis existentes se unirían otras por venir.

En el anterior párrafo he mencionado que el protagonista ahora es Túnez. Como en las mejores obras del género, este país está siendo el perfecto escenario para un guión de películas de espías y revoluciones, de días vividos peligrosamente. Se ha convertido en un hervidero por donde pululan los servicios de inteligencia franceses, árabes y norteamericanos, aunque también se pierden entre sus repletas calles otros servicios que pasan más inadvertidos.
Allí nuestra inteligencia y nuestro servicio diplomático son los ojos reales del gobierno de España, el resto es flujo de información indirecta, principalmente análisis e intercambios.
Pero es que nuestro país anda algo tuerto todavía en la región. Aunque el CNI se encuentra técnicamente capacitado para operar en el MAGREB, en mi modesta opinión, operativamente todavía está saliendo de un periodo de cambios forzados en su red que derivan de la neutralización de demasiadas de sus antenas y agentes de campo en la franja mediterránea durante los últimos años. Afortunadamente, el tejido de informantes no ha sufrido tal merma al ser principalmente naturales del área, en el que pueden moverse con soltura, sin embargo da cierta sensación de que las autoridades magrebís tienen localizadas las redes y los enlaces, permitiéndolos actuar hasta donde, de alguna manera, les interesa.

Al final esto no deja de ser un dato preocupante que se suma a otros (y otros escenarios) para sospechar que la calidad del CNI como ente de inteligencia ha sufrido altibajos significativos en este último periodo de tiempo (no debemos tener en cuenta el reciente caso ruso ya que esto es una expulsión recíproca común).
Hace cuatro años la estación tunecina quedó temporalmente en silencio-radio e inoperante al ser expulsada del país la responsable de la misma. Fue acusada por la dictadura que ahora se desmorona de haberse reunido con personas non gratas para el régimen.
Después, hacia marzo de 2009 le toco a la estación marroquí, pero en este caso afectó peligrosamente a más de una subestructura en un teatro de extrema importancia para nuestro equilibrio.
Marruecos es un país con altos índices de corrupción, sus tentáculos abarcan profundamente los aparatos del estado, y en ello andaba indagando la antena en Nador cuando fue neutralizada por las autoridades, procediéndose a su expulsión del país, aunque no fue el único.

Como conclusión, lo que está sucediendo en MAGREB y sus posteriores derivas deben hacer reflexionar a los responsables de inteligencia sobre la importancia de España en la región. Primero fue en Argelia, aunque no pasó a más, y paralelamente llegó a Marruecos, que parece haber frenado el ímpetu, pero ahora es Túnez, con su gobierno debilitado, la bandera que está previniendo a otros países contra o a favor del contagio zonal y siguen de cerca a ese país que ha iniciado una andadura nueva. El desenlace producirá lógicos desajustes que deben ser observados. Ante la celeridad con que se desarrolla todo no resulta fácil hilar fino ni reorientar una revolución -que pasa a ser rápidamente transición- realizando cambios importantes, e incluso vitales, en tiempo real. Por ello, en los próximos días, se debe hacer un seguimiento a esta noticia desde la vertiente operacional y práctica, ver como se aúnan brazos ordenando el inventario de fuerzas (en todos los órdenes: políticos, humanos, logísticos, legislativos, sociales, etc…) que por ahora parece desordenado sino desorientado.