PAISAJE VELADO
Por: Jorge Bermejo
Dedicado a las sombras solitarias y silenciosas, especialmente a las que no regresaron del otro lado…
“Las guerras entre clanes, tribus, grupos étnicos, comunidades religiosas y naciones han predominado en todas las épocas y en todas las civilizaciones, porque están enraizadas en las identidades de las personas”
CARACTERÍSTICAS DE LAS GUERRAS DE LÍNEAS DE FRACTURA. Choque de civilizaciones. Samuel P. Huntington
Anochece bajo un cielo rayado en la frontera entre Argelia y Marruecos. Bajo el relente del ocaso comienza a refrescar y raramente el viento no sopla según lo previsto, pero aún así barre delicadamente la arena formando hermosas ondulaciones y extraños dibujos. El vacío parece absoluto. Solo una figura espera quieta, mirando a la lejanía sobre una duna, cubierta por una capa que evita escapar calor y radiaciones, pero alrededor no hay nada ni nadie porque no existe nada, pocas cosas transmiten tanta soledad como aquel remoto lugar.
En algún espacio indefinido de la franja occidental argelina, a poca distancia de la pista que desciende hacia el sur, cerca de la división entre los dos países, una sombra, la figura, se escabulle entre las dunas. En un gesto rápido se ha subido a una pick up Pathfinder, sin luces, que ha parado durante algunos instantes en el punto exacto que marca el GPS de abordo. Después gira y deshace los kilómetros recorridos que lo separan de Orán, pero la sombra entre las dunas, volverá a escabullirse en la noche antes de llegar al final de su trayecto. Un guía cruzará con él la frontera y lo acompañará a un refugio seguro y discreto, al otro lado, ya en Marruecos.
Entre tanto, durante el trayecto, se confirma que la información transmitida en tiempo real ya se está desencriptando en España, donde los expertos comenzarán su trabajo hasta convertir las mil piezas del puzle en un ordenado mapa que acabará en las mesas del Rey, el Vicepresidente y el Presidente del Gobierno, los ministros de Defensa, Exteriores y Presidencia, el Jefe del Estado Mayor, algún Secretario de Estado y, posiblemente, determinados hombres de confianza. También estará en los diferentes estamentos involucrados en la Inteligencia española, como llegará a los que faltan en el gabinete que coordina las operaciones sobre Libia y, poco después, a la portavoz y al enlace OTAN que a esas horas dormía tras un viaje.
Paralelamente, no hace tanto que el Presidente de Estados Unidos autorizó a sus especiales operaciones encubiertas sobre las eternas tierras magrebíes. El Gran Amigo viene una vez más con la caballería y los aliados toman nota entre suspiros de alivio, hace tiempo que sus equipos ya están activados y operan al máximo nivel. Hay áreas que concentran a más de una veintena de informantes entre nativos y extranjeros, e incluso han recibido apoyo puntual externo.
Ahora queda esperar que la opinión pública desvíe el eje de atención para que afloje la presión existente.
Por su parte, Marruecos camina al límite y sus amigos colaboran para que allí no se desencadene una revolución incontrolada, a imagen y semejanza de algunos vecinos, que haga perder al mejor aliado en la zona. La situación en ese país es muy diferente y por eso, en silencio, en los despachos y sobre el terreno, en las sombras, se procura no dejar ningún cabo suelto para que esta vez no sucedan imprevistos.
La información obtenida aquella noche por las múltiples sombras que han vagado a lo ancho y largo de la franja norteña de África de manera sincronizada servirá para controlar y neutralizar posibles injerencias no deseadas. En el lado oriental han operado unidades americanas y comandos británicos apoyados por agentes de campo en Egipto, pero también en Bengasi y otras localidades, y en el occidental es donde franceses y españoles, junto con americanos, se sienten más cómodos, aunque trabajen otras nacionalidades. Nada es casual, nada ocurre por azar, y nada retrasa lo que las sombras esconden.
Las operaciones clandestinas ya llevan tiempo funcionando, siempre hay alguna en marcha desde lejanos desfiladeros en las ex repúblicas soviéticas hasta las selvas fronterizas entre Colombia y Venezuela, pasando por Oriente Medio, Afganistán o Pakistán.
Las presiones desde el ámbito político crecen por momentos sobre los servicios de acción exterior. Cualquier refuerzo es poco, se activan antenas y colaboradores debajo de las piedras e, incluso, se modifican conductas de aquellos operativos destinados a otros asuntos como el tráfico de drogas. El terrorismo no descansa sino que espera latente moviéndose en las mismas sombras que lo combaten y España está solamente a un paso, quizás... en la penumbra.
Los diferentes Servicios ya trabajan con hipótesis que cobran cada vez más cuerpo y se barajan acciones terroristas contra occidentales en territorio marroquí. La especialidad de la zona, transmitida desde el sur, son los asesinatos con kalashnikov, difíciles de ejecutar allí y los secuestros, pero también se trabaja con la posibilidad de una potente bomba en zonas turísticas como punto de partida para la desestabilización. Por eso las células trabajan a tope y se suceden las reuniones y los contactos, es la acostumbrada carrera contra reloj.
El tiempo pasa y la sombra, como muchas otras aquella noche a lo largo y ancho del Magreb, ya se ha escabullido. Desde allí hasta el final de su recorrido en el lado marroquí transcurrirán pocas horas, pero a la sombra sobre la duna le habrán parecido demasiadas. Pronto cruzará la frontera con Melilla y, tras ello, las rutas alternativas por Ceuta y Tánger se desactivaran. En cuestión de horas se ha ejecutado una operación conjunta y sincronizada para obtener información vital y posibilitar la neutralización de peligros inminentes... ¡pero el mundo seguirá su camino!.
N.B.- Las casualidades hacen que poco tiempo después de escribir esta reflexión se sucediesen determinados hechos de importancia tales como la explosión de una bomba en Marruecos o la neutralización de Bin Laden.