viernes, 4 de febrero de 2011

Crisis en los países árabes

NEGOCIACIÓN A LA CARRERA
Por: Jorge Bermejo


La de hoy, a ciencia cierta, ha sido una noche muy larga para mucha gente. De hecho, en muchos despachos del mundo, incluyendo alguno de Madrid, aún no se han ido a dormir y hay quien todavía aguarda. Sin embargo las horas pasan y los teléfonos no suenan con la llamada esperada. Parece que la necesidad de cambio es imprescindible, y este se hará seguro, pero los tiras y aflojas muestran que no está tan claro que sea mediante un corte radical o instantáneo.

Ahora, mientras escribo, está amaneciendo sobre Egipto con ruido de fondo, con diecisiete grados… y agradable, como su gente, pero nublado… como su destino. Despiertan las calles de El Cairo, aunque ciertamente no hayan dormido. Al final, entre unos y otros, hay demasiados que han descansado mal esta noche.
Y todo porque las últimas y frenéticas horas que estamos viviendo están experimentando uno de los mayores despliegues diplomáticos y políticos de la historia reciente. Toda una lección a aprender que bien debiera acabar en Magistral, aunque lo seguro es que se trata de un examen decisivo para entrar en una nueva era sin tener una guerra por medio, demostrándonos (la especie humana) que el dialogo y la diplomacia también solucionan cosas.
Hoy, cuando amanezca, estaremos ante un día de punto y final… o punto y seguido, y las próximas treinta y seis horas serán decisivas para la resolución de este magnífico hecho al que asistimos todos.

Desde que en las últimas horas la postura de Washington se ha radicalizado más, la posición de Mubarak se ha resentido peligrosamente hasta el punto que muchos ya saben, a esta hora, que saldrá de inmediato del poder. El nuevo presidente transicionista (al que ya telefonean las cancillerías para tratarlo como nuevo presidente) es Omar Suleiman, todopoderoso spymaster con Mubarak y uno de los mayores especialistas en la lucha contra el radicalismo islámico. El rais ya está fuera de juego, es un juguete roto, un jarrón chino que mantiene todavía el suficiente respeto de su ejército, el segundo más ayudado en oriente medio por los EE.UU. Esta institución, tan valorada en el país y cantera de los presidentes, mueve ficha para posicionar a su hombre: Suleiman.
Occidente aguanta la respiración. Tiene demasiadas vergüenzas escondidas tras veinte años de connivencia con el gobierno de Mubarak, y especialmente con Suleiman, el heredero. En cualquier caso, todos menos el presidente tienen prisa por solucionar este conflicto que paraliza un país, la zona y a medio mundo. Se ha pasado a la carrera de intentar organizar una oposición razonable a apremiar la articulación de un nuevo gobierno de unión y consensuado (en el no deben faltar Al Baradei, Suleiman y, de alguna manera, los Hermanos Musulmanes, cuyo poder vamos a conocer pronto).
En este sentido es importante resaltar que hoy los minutos cuentan. Mientras en El Cairo se mantenga la intriga, otros focos de tensión se relajarán restándoles el protagonismo necesario para crecer. Esto sería una mano de amigo extendida directamente sobre Jordania, excepcional aliada de occidente en la zona, y lugar donde hoy, coincidente con la de Egipto, hay convocada otra manifestación de importancia interior y que es necesaria -sino difuminar- si camuflar.

(Foto izq.: BEN CURTIS / AP)

Protagonistas serán hoy, como hemos mencionado, los Hermanos Musulmanes (en adelante HM), imprescindibles en la transición. Hasta el momento no habían actuado nunca de manera oficial como colectivo, evitando de esta forma soliviantar a diferentes partes implicadas. Pero hoy eso cambiará durante la manifestación (que nacerá en la famosa plaza Tahrir) convocada para las próximas horas por toda la oposición.
En El Cairo, hoy capital del planeta, como en los países musulmanes durante el viernes de oración, las concentraciones humanas en los accesos a las mezquitas resultan ser un espectáculo impresionante. A la salida del rezo un mar de gente inunda las calles, como lo hará hoy para asistir después a la que ya han llamado La Gran Marcha del día del adiós, en referencia al presidente.
No debemos olvidar la propia idiosincrasia del país, ni que es un puente de diferentes influencias internas, a caballo entre el MAGREB y el oriente próximo/medio donde precisamente debe mantener un equilibrio vecinal, no en vano tiene a Israel o Libia de vecinos.
Así es más sencillo comprender la dinámica paciente y tranquila que aplican ellos mismos -no otros- en la revolución de Egipto, el corazón de los países árabes, una buena tajada… con el pueblo, como siempre, en medio.

Aún así, en el aire se respira cambio, y aquellos, los HM, están sabiendo ganarse la calle sin prisa pero sin pausa. La organización se adapta y sabe moverse gracias a sus matices religiosos, las experiencias obtenidas en otros países del entorno, así como una excelente red asistencial gratuita y, por extensión, a la solidaridad del Islam (digno estos temas de ser tratados en otra ocasión).
Políticamente esto se ha traducido para ellos en una mayor penetración y asentamiento y, en un Parlamento de 455 escaños, también en un ascenso desde los 17 a los 88 diputados. Lo dificil de comprender es que este crecimiento se estuvo gestando a la sombra de la represión y sobre determinadas corrientes radicalizadas del Islam que se expandían por el territorio, aunque esto oficialmente no ocurriese. Posteriormente se estuvo alimentando por un excesivo alineamiento del País del Nilo con las tesis pro-occidentales, hasta que el equilibrio se ha roto.
Es frecuente equivocarse en estos aspectos. No se debe creer que lo pensado por occidente, el rais o su gobierno es efectivamente lo que desea el pueblo, y los HM, que están allí, se han dado cuenta a tiempo y efectivamente de ello.
Esta pieza del puzle, que conformará la transición egipcia, es la más difícil de encajar, pero a nadie le cabe duda que deben tener un espacio propio en la mesa de decisión que se esconde entre bambalinas.

Definitivamente es tiempo de vivir el momento y queda mucho por escribirse, pero estamos en la fase de los medios de comunicación, que están al corriente de muchas más cosas de lo que parece, y ellos se encargarán de hacerlo. En pocas horas veremos de nuevo como efectivamente la historia, también en Egipto y en el área, es cíclica. Suleiman, el vicepresidente de Mubarak, alcanza la presidencia, como antes hizo este cuando fue vicepresidente con Anwar el-Sadat.

lunes, 31 de enero de 2011

Alea iacta est

VIEJAS REVOLUCIONES, NUEVAS FORMAS
Por: Jorge Bermejo / Fotos: REUTERS/Amr Abdallah Dalsh

“¡Es el futuro!,
¡qué época tan fascinante vivimos!”.

Capt. Jack El Afortunado Aubrey
Master & Commander
El MAGREB se recoloca. Parafraseando precisamente a Jack El Afortunado en una conversación con la oficialidad de la fragata Surprise, podríamos añadir que la revolución en Túnez y Egipto está siendo franca sobre el agua y cortante bajo ella.
Pronto veremos quién sabe aprovecharse de ello, aunque mucho me temo que el islamismo político va a subir como la espuma aprovechando espacios vacios.
Actualmente Egipto está técnicamente en situación de desgobierno. Quizás, a estas horas en las que publico la reflexión, Mubarak ya no sea presidente. Así de rápido va todo y el desenlace está más próximo de lo que pensamos. El Rais va quemando cartuchos y solamente tiene dos caminos.
El primero sería una huida hacia delante con un progreso muy cuantitativo en la represión y un intento de disolver todo en una implosión pasajera. Este caso, según pasan las horas, queda más lejano dada la expectación que levanta figurar en las primeras planas del mundo. Además el ejército, que ya está negociando con la oposición –reconocimiento de facto- ya ha dicho que no levantará las armas contra el pueblo, así que lo único que le queda al presidente es una salida digna, intermediada internacionalmente, pactada y colaboradora.
Efectivamente Egipto ya arde en lo que parece ser una revolución con connotaciones muy definidas en primeros y segundos planos:

Revolución de corte mayoritariamente urbano: Debido a que el Gobierno mantiene un férreo control sobre los medios de comunicación de toda la vida (periodicos, radio o televisión) el roll no se transmite correctamente al medio rural, donde no se utiliza tanto internet.
Revolución con un importante nivel cultural: En las acciones se mezclan de igual a igual desempleados, analfabetos, internautas, artesanos, estudiantes, abogados y juristas, etc… igualmente cubre todo el espectro de edades.
Revolución NO ideológica: Con el fervor patriotico por Egipto bien diferenciado. Debemos observar que detrás de la movilización encontramos un movimiento ciudadano generalizado cuyas raíces tienen puntos en común. Cuenta con líderes de peso, la oposición está organizada y ya posee la simbología de los mitos, personas de la calle que han muerto por la causa. Lo demás es ganancia de pescadores en río revuelto.
Efectivamente la oposición, donde los Hermanos Musulmanes tienen un peso importante, ha logrado encontrar un nexo de unión en el interés por la salida inmediata de Mubarak, y eso los hace fuertes para negociar con el ejército y el primer ministro, enviado directamente por el propio presidente. Al Baradei, experto en situaciones límites, sabrá jugar la baza en beneficio propio frente a otros líderes, y de hecho ya negocia como si fuese segura la salida del gobierno. Aprende rápido del caso de Túnez.
Revolución Tecnológica: Asistimos a la primera verdadera gran revolución de este tipo en la historia. Comenzó en un caldo de cultivo idóneo, en medio de un ambiente enrarecido por el aumento de los precios de los alimentos y el descenso del poder adquisitivo.
Wikileaks colabora publicando información explosiva sobre la fortuna de Ben Alí y su entorno, añadiendo además datos sobre el profundo grado de corrupción en esta casta.
Después llegó el turno de las redes sociales –Twiter y Facebook especialmente- y las grabaciones de móviles colgadas en internet, que quedaban fuera del alcance del gobierno. Por ello el país permanece ahora incomunicado.

En este sentido, el de la comunicación de la información, se están viendo en diferentes medios una serie de errores de definición. En realidad, no es correcto denominar a estos países de los se habla con asiduidad como dictaduras, reinos o repúblicas hereditarias. En la extensa franja mediterránea solamente son excepción Siria y Marruecos (y más allá Jordania), que ya tiene experiencia en transmisión de poderes entre padre e hijo, y Líbano, que siempre anda entre familias.
En el caso de Egipto o Libia, donde hay posicionamiento de hijísimos, estamos más bien ante una cómoda gerontocracia organizada y auto protegida. Esto precisamente es lo que más preocupa a los demás países árabes… que está cayendo por igual un pez chico como Túnez tanto como el pez gordo que es Egipto.
Mientras el país de los faraones centre la atención no habrá espacio para dar protagonismo a otros levantamientos populares, por eso el contagio revolucionario parece que pierde fuelle más allá. Así Yemen huele a quemado y Jordania atrae peligrosamente la atención. En Marruecos –caso particular- han muerto cuatro personas inmolándose y el gobierno ha decidido, como en otros sitios, mantener artificialmente el precio de los combustibles y los alimentos básicos.
El caso de Libia pasa desapercibido aunque se han producido algunas manifestaciones menores y el gobierno va a potenciar la vivienda social. Siria permanece en silencio. En cualquier caso en estos tres últimos países los bomberos del Estado están activados y será difícil que se mueva un alma.
Sudán, Chad o Mali forman una especie de cinturón satelital del eje central. Permanentemente caminan por la cuerda floja pero no andan en la misma sintonía que sus vecinos.

De la misma manera se debe hacer un seguimiento del constipado económico para conocer las repercusiones de este tipo y comerciales que supone, por ejemplo, el corte temporal del Canal de Suez, paso destacado en el tráfico marítimo de combustibles.
Aunque algunos datos parecen sospechosamente preconcebidos, no debe haber en el mundo mucha gente que sepa con certeza como concluirá todo este proceso regenerador y ciudadano al que asistimos. Si bien es cierto que estas serán jornadas para recordar y de las cuales se sacaran a posteriori muchas conclusiones, la historia es usualmente cíclica –adaptándose a las épocas y civilizaciones- y esto es tela de retales bordados en el pasado, sobre todo durante los ciclos de independencias coloniales y sus periodos posteriores.

Lugares míticos como El Cairo, Asuán, Luxor o Suez arden. A muchos les resultan familiares estas ciudades pues, no en vano, el turismo es uno de los motores nacionales. Ahora la sociedad común mundial se despierta desconociendo la realidad de un (en este caso) país que cuenta con la simpatía occidental. De repente su grito, el del legítimo pueblo, se ha escuchado y el mundo entero mira hacia la plaza Tahrir tanto como hacia un desbordado palacio presidencial donde ahora habita el desconcierto, que no el presidente (Mubarak se encuentra refugiado en la localidad de Sharm el-Sheikh, desde donde partiría hacia el exilio).