¿QUE SUCEDE EN IRÁN?
Por: Jorge E. Bermejo
No hace muchos días que un servidor traía a esta ventana de reflexiones una historia muy particular sobre alguien que me mostró la existencia de Irán, ¡de los diferentes Iránes!... el del Sha, el de la Revolución y el que, según ese alguien, venía por entonces de camino y que ya ha llegado. Mi buen amigo no llegó a ver el Irán de hoy en día... peligroso gallo, combativo con Occidente, cerrado a los cambios mundiales pero afectado por ellos al igual que el resto.
Irán es hoy, a ojos de un romántico, un silencio atronador que clama cambios. Un silencio que se ha roto en estos días para convertirse en el perfecto escenario de cualquier película con tintes de suspense que se puedan imaginar. Es escenario de sufrimiento y cerrazón, nido de informaciones y boca a boca, caldo de cultivo de una peligrosa bipolarización.
Irán es ya el laberíntico país del que disfrutan los ávidos reporteros de Graham Green o los corazones rotos de John Le Carré. Irán tiene una herida interna por la que se puede desangrar un país y dejar escapar en esa hemorragia a los reformistas a la vez.
Paralelamente la comunidad internacional prepara diferentes movimientos de fichas basados en los posibles supuestos... pero permanece espectante. ¿Qué más hay tras la lentitud de respuestas?, ¿qué está sucediendo en el tablero de los foros y potencias?, no debemos olvidar que el tiempo corre en contra del Reformismo, ni que miles de personas se están declarando cada día como ejemplo vivo de resistencia aún sabiendo que serán represaliados.
Y detrás de los dirigentes y las pantallas de televisión, los demás, sencillamente asistimos a golpe de censura a lo que debía ser el inicio de una transición que desembocase en la transformación del actual Irán, uno de los veinte países más extensos del mundo y la única República oficialmente teocrática del mundo.
Así pues, partiendo de la nación como eje central nos encontraremos en un extremo a esa comunidad internacional, la cual es perfectamente consciente de la peligrosidad que en un análisis político supone pretender detener una transformación surgida desde el pueblo. Las grandes potencias están midiendo el grado de organización que ese "espíritu transformador" y casualmente oportunista en medio de tensiones nucleares y otros etcéteras, está forjando al agruparse y expresarse entorno a figuras que ejercen como cabeza visible de la oposición, con carisma y simpatías suficientes como para dar aliento a la ciudadanía.
En el otro extremo encontramos un gobierno acosado, con aspecto de huir hacia delante, y que no sabe pensar que, quizás, la revolución necesita una nueva imagen que se complemente con el giro que quieren mostrar los Reformistas, tan necesario como delicado debido a que la base sufre fricciones continuas. Baste observar otro parámetro medidor que brota desde las posturas duras de Ahmadineyad para mostrar su estilo de defender que nada cambie para que todo siga igual.
Entonces, a la espera de las posturas internacionales, cabe prever en la inmediatez, que la Unión Europea no adoptará grandes decisiones, Francia, al margen, debe capitanear una postura oficial a caballo de sus intereses, de los del Viejo Continente y de acuerdos con otros países. Estados Unidos jugará a doble carta, esto es, mientras figuras como por ejemplo Biden se acercan a la figura dura de la película la Secretaria de Estado Hilary Clinton debe jugar su papel diplomático (que no cortesano) y dar una de cal y otra de arena. Mientras tanto el ciudadano de a pie asiste a desde casa y una vez más al recalentamiento de un foco geoestratégico de dimensiones descomunales si tenemos en cuenta quienes son los vecinos de Irán... Afganistán, Irak, Pakistán, Turquía, Armenia, Azerbaiyán, etc...
Otra de las cuantificaciones que se deben manejar en estos casos es que Irán, con setenta millones de habitantes, tiene una importante bolsa de gente joven con un buen nivel cultural, que entienden sobre nuevas tecnologías y muchos de los cuales han salido o residen en el extranjero. Sencillamente hablamos sobre perfiles de personas que no desean por más tiempo lo que han visto hasta hoy, que reclaman una necesaria modernización basada en conceptos totalmente diferentes a los que se alimentan en Irán.
Con esos nuevos conceptos que a pesar de todo han logrado penetrar en el "viejo" Irán, la necesidad de adaptación se hace imprescindible mientras el vaso no esté desbordado. Después, debido a la atracción internacional que el gobierno desea evitar a toda costa y a otros factores, llega un clímax que resulta más beligerante y que puede ser este al que nos enfrentamos. O... puede tratarse tan solo de una movilización avocada al fracaso físico pero faro de aviso en adelante a los dirigentes iraníes y al presidente Ahmadineyad.
Éste, sumido en el aumento de la radicalidad internacional que se reflejaba estos días pasados ha descuidado la atención interna por donde la oposición ha visto una pequeña grieta para intentar colarse, ¡el peligro lo tienen tabién dentro!.
En mundología de política internacional una analítica en la que figura un conato de "Revolución" interna tan particular como este sería suficiente para encender las alarmas. Todavía están frescas en las hemerotecas y videotecas las imágenes de Homeini descendiendo las escalerillas de un avión que le traía de vuelta a casa para tomar el mando de la Nueva Revolución, esa que venía a transformar un país occidentalizado a golpe de metrópoli, que tenía un Sha pro-occidental y pro-estadounidense. como digo, todavía están demasiado frescas las imágenes de las revueltas previas a la caida de Rezáh Palevi, del secuestro de extranjeros, de la conmoción internacional y la barrenamiento de una sociedad para edificar otra en cimientos que ya habían conocido otras cosas.
Como dice el refrán "Cuando el río suena..." y alarmante resulta la represión utilizada, un sencillo claxonazo se convierte en un símbolo de oposición y por tanto de veda abierta para sacudirle al provocador. La población vive del boca a boca que fluye por las calles como intentan fluir las caravanas de opositores que denuncian el supuesto fraude. No pueden detenerse en ningún sitio en concreto para no ser blanco de las Fuerzas policiales y parapoliciales, que como en todo análisis de situación no pueden faltar como somatenes del poder establecido.
En estas se puede observar que la solución solo puede proceder desde el propio régimen en forma de manos abiertas si bien no cabe esperar cambios significativos en el engranaje profundo de este Irán cuyo poder supremo de decisión procede de las deliberaciones de los doce miembros de un Consejo de Guardianes de la Revolución, dividido al 50% entre laicos y religiosos que mantiene una línea ortodoxa y más comprensible con las posturas de Ahmadineyad.
Aún así, el líder opositor, en un alarde de seguridad en su victoria y una muestra de legalidad al mundo acude a ellos solicitando la anulación de los comicios por irregularidades, algo que nunca antes se había producido, nunca el Consejo ha anulado unas elecciones bajo la tensión que se está viviendo y la solicitud de un líder opositor como es Hussein Musavi que puede desestabilizar las bases de la Revolución.
Entre tantas suposiciones aparece en escena Rusia, que quiere entrevistarse con Ahmadineyad para saber de primera mano que está sucendiendo, y lo hará bajo el marchamo de Reunión bilateral para el seguimiento de negocios y acuerdos comunes o cualquier sobrenombre similar, y tras esta toma de contactos la comunidad internacional, con especial interés de USA, Israel y UE, se tomará su tiempo para decidir, con lo que el paso de las horas, que como hemos dicho juega contra los opositores, puede hacer diluirse como azucarillos las ansias de reforma de una buena parte de la población iraní, aunque solo sea por cansancio natural. Después el mundo bajará la cabeza y perderá el contacto de aquellos que, fuera del objetivo de las camaras, ya son presa fácil de represión post-represión.
La dureza de la represión puede ser extrema basándose en dos factores primordiales que son la falta de testigo imparciales o medios de comunicación extranjeros y la nula necesidad de Irán de comportarse diplomáticamente con el exterior pues de hecho ya está metido de lleno en una campaña de enfrentamientos de intensidad aún controlable.
Para finalizar, en la vertiente profunda de los sucesos a los que asistímos, encontraremos la lucha que lleva a cabo una teocrácia alérgica a reformas y más aún si en el sacrificio se debe dejar atrás algo mas que un cambio de poder en una nación soberana.
Entre otros estos serían pues algunos factores para una desestabilización zonal
- El área y los países vecinos.
- Población jóven y conocedora.
- Radicalización y manía persecutoria del Régimen.
- Hastío interno, censura y represión.
- Stand by en la comunidad internacional.
- Sistema económico obsoleto y basado principalmente en petróleos.
- Repercusiones de crisis global y de crisis nuclear
- Surgimiento de alternativas.
- Papel jugado por EE.UU, apoyo que recibe Musavi y papel de otros políticos.
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