Fin de Fiesta
Por León Arsenal
Fascina pero no para bien pasear por Madrid con las manos en los bolsillos y tiempo por delante. En esas condiciones, si uno va mirando, no deja de toparse de continuo con locales recién cerrados y carteles de Se Vende o Se Alquila. Toda clase de comercios han ido echando el cierre a lo largo de este malhadado año. No deja uno de pensar qué galería de fotos de proyectos truncados harían esos escaparates vacíos con sus letreros de Se Alquila. Tiendas de móviles, fruterías, restaurantes...
El otro día reparé en uno en concreto. Un concesionario de coches en la calle López de Hoyos. Pasé en el autobús y me di cuenta de que ya no estaba. Que ya sólo era un local diáfano, de pilares vistos. Ya no había coches, ni letreros. Sólo el manido cartel de… Se Alquila.
Ocurre que conozco ese concesionario de toda la vida. Bueno, es un decir. Pero estuvo ahí desde que yo recuerde. Me parece que cambió alguna vez de marca de coches. Pero ahí estaba. Tengo la lejana impresión de que, de hecho, se abrió con la Transición. Ha sobrevivido a varias crisis pero, por lo visto, no a ésta. Y no sólo a crisis. Allá por el 78, una banda de críos jugando a los revolucionarios rompieron un cristal y lanzaron dentro un cóctel molotov. En esos tiempos, pasaban con frecuencia esas cosas.
El caso es que se le acabó el fuelle, puede que como al régimen creado por la Transición. De todo ese local inmenso, lleno de vehículos relucientes, ya sólo quedan suelos y paredes desnudas. Un espacio vacío.
Es triste que esa reflexión sea tal como cuentas. Recientemente me sucedió algo similar en la c/ Guzmán el Bueno. Me percaté que cada semana que pasaba había más malditos SE ALQUILA. Muchas gracias, querido amigo, por tu colaboración. Certera, ¡como siempre!...
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