LA NECESIDAD DE UN CAMBIO EN LOS EJES DE ESTRATEGIA
Por: Jorge E. Bermejo
Me he propuesto dar dos pincelas (una sobre política exterior y otra sobre la de interior) acerca de aspectos actuales e importantes para España, y todo ello quiero que sea en quinientas palabras.
En el exterior, la indudable capacidad general de España (no del Gobierno actual) para actuar a niveles internacionales no se debe jugar en Segunda División. Somos una potencia en horas bajas que tendrá el duro trabajo de reconstruir los campos arrasados por donde el actual gobierno ha ido pasando. De esta afirmación ya no le caben dudas a una inmensa mayoría de nuestra sociedad.
Los ejes de estrategia global se trasladan como resultado de una transformación que está sucediendo, pero España se enroca en explotar su potencial exterior con etiquetas como Gibraltar o Venezuela. Marruecos y Sáhara ya es un problema de Primera División porque ningún gobierno desde la llegada de la democracia ha querido actuar realmente sobre él.
En el interior la única baza existente para aflojar la actual situación del Ejecutivo, se juega en la trastienda y sus protagonistas son fontaneros que se afanan en tratar con ETA su final para que otros, véase Zapatero, su sequito y Pérez Rubalcaba –este todavía tiene un perdón- se lleven el triunfo y con ello las glorias de ser el Presidente que acabó con este terrorismo. A ETA la urge negociar. Está cercada socialmente (dentro y fuera del País Vasco), no tiene líderes con carisma ni potenciales futuribles y sus bases ya no son el terror de la kale borroka. Sus fuentes de financiación están estranguladas y la organización se encuentra absolutamente penetrada por las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y determinado servicio de inteligencia. Su gran Kehlsteinhaus (Nido del Águila en referencia al refugio de descanso de Hitler en Berchtesgaden), hasta no hace tanto justo más allá de los Pirineos, se va alejando espacialmente cada vez más, y más disperso, del epicentro de su lucha.
Pero quizás un dato que cobra ahora su debida importancia es que sabe que no puede aguantar mucho más a este ritmo y que el próximo gobierno será del Partido Popular, y para los terroristas no es lo mismo rendirse al PSOE que al PP, aunque suene extraño, y eso lo saben en interior: Les queda un año para negociar. El tiempo restante hasta la siguiente convocatoria de elecciones es el que tienen para rentabilizar la victoria, algo que obviamente desea apropiarse el Presidente dadas las circunstancias actuales. Error gravísimo que incidirá en el ánimo de los españoles provocando una (otra) reacción explosiva que será mancha sobre mancha en el oscuro camino estratégico del actual Presidente.
El fin de ETA es una victoria de la democracia y de todos los españoles. Primero las víctimas y sus cercanos, después del resto de ciudadanos de bien representados por todos los gobiernos desde la transición democrática y las formaciones políticas que en ello trabajaron.
Somos una Potencia y es necesario que recuperemos nuestra horas altas, todos nos esperan y nos necesitan.
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