LAS PRIMARIAS DE MADRID
Por: Jorge E. Bermejo
Debo reconocer, querido lector, que el título que precede a este escrito puede dar lugar a confusión, lo digo por eso de las primarias que recientemente se celebraron en determinado partido que otrora época se las diese de socialista, obrero y español y hoy, sin rumbo y cuajado de luchas intestinas, no es más que una pieza de museo arqueológico o tienda de saldo. Pero afortunadamente para ellos no es ese el asunto que me lleva a reflexionar en estas líneas. Me refiero más bien a las primarias que pronto se celebrarán en UNIÓN, PROGRESO y DEMOCRACIA. El famoso partido que algunos llaman “de Rosa Díez” se destapa tras dar la sorpresa y sale nuevamente del armario político para demostrar, por un lado, que son muchos más que “Rosa Díez”, y más que serán, sin duda, y por otro que cumple con lo que propugna: Primarias sin avales. En este caso que menciono están orientadas al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, aunque son muchas las localidades que pronto entrarán en la fantástica vorágine electoral, que por otra parte es columna vertebral de la pluralidad y la democracia.
Es otoño. Anoche, antes de dormir, recordé el cielo de Madrid en esa estación. El mismo cielo al cual hace referencia el escritor y maestro descriptivo leonés Julio Llamazares cuando dice de él que, al atardecer, posee el color de los membrillos.
En este caso esta figura resulta hoy ser más bien retórica. Nuestro cielo es un vertedero invisible y coloreado que desagua sobre nosotros, sobre todos los vecinos en mayor o menor medida. Por más que nos quieran engañar desde el Consistorio sobre su calidad, ese cielo de membrillo tan castizo está muy contaminado. Sería interesante conocer las propuestas de los candidatos para lograr rebajar los altos niveles de contaminación que soporta la capital…. aún no he oído nada de eso.
Pero Madrid, nuestro Madrid, también es el suelo, y nunca mejor dicho. Es especulación y abuso –con todas sus consecuencias corruptivas- frente a un ciudadano generalmente despistado, y esto debe tratarse de corregir.
Yo afirmo, sin duda, que es una ciudad para mimarla, para quererla y sentirse querido. De ella siempre aprendes y nunca te deja de sorprender. Es cruce de caminos que desea ser disfrutado y donde todos tienen su espacio y por lo tanto se merece que la tomemos muy en serio.
En el otoño, con la llegada de las lluvias, la polución, la contaminación, es arrastrada dejando a su paso un aire más respirable que regenera nuestros corrompidos pulmones (tan vitales). El olor a tierra mojada y los truenos preceden en forma de aviso a la lluvia que está por llegar.
El estruendo nos despierta del ensimismamiento colectivo y descubrimos que trae consigo un aroma diferente y agradable digno de sentir plenamente, y de esa manera percibir que existe algo más para respirar que aire viciado.
Anoche, por ejemplo, llovió, yo lo vi. Precisamente anoche, en que tuvieron lugar las presentaciones de candidaturas de UPyD, Madrid ya huele a regeneración.
Los primeros aromas llegan como si la rosa estuviese abriéndose, como si aquello que tan solo nos referenciaron en fotos ahora fuese una realidad palpable. Y todo, no lo olvidemos, gracias al esfuerzo de un motor con diferentes engranajes pero que se esfuerza en la misma dirección, como así debe ser el día después. Ese motor ya no es tanto proyecto como realidad. Buena muestra de ello ha sido el regusto que dejó el mencionado acto -organizado en un conocido hotel de la capital- con el que se dio salida a un nuevo ejercicio de democracia interna que una vez más demuestra la formación política.
Acompañados de un lleno más que absoluto (con asistentes incluso fuera del salón y en las escaleras) cada uno de los candidatos a ambos procesos electorales tuvieron la oportunidad de llegar a aquellos que deben votarles: Las personas. “Persona” es un concepto que se debe grabar en el cerebro, persona y no “votante”. En estas, a cambio, la persona con derecho a ejercer el voto, debe ser consciente de su contrapartida: Responsabilidad. Responsabilidad para votar y hacerlo por el interés general de Madrid, de sus vecinos y el partido. Pero también hacerlo por las cualidades del candidato seleccionado, a cada cual las suyas, para ejercer una representación adecuada. Y sobre todo ejercer un derecho dando ejemplo a los demás de aquello que predicamos.
En mi opinión, tres son los aspectos que se deben destacar en estas líneas.
He de reconocer que coraje no falta en el espíritu de los candidatos. Dar un paso al frente solamente es fácil en el “imaginario popular”. La campaña es un período que fluye temporalmente en forma de flashback entre los candidatos. No se detiene el proceso vital cotidiano pero todo se vive con velocidad, agenda y cansancio. Son muchos datos, demasiados nombres y tiempo dedicado y su vida debe continuar normalmente. Pero detrás de sus particularidades y a pesar de ello, el proyecto común es uno y hacia él tienen que apuntar sus miras.
Igualmente es ingente el esfuerzo que dedica UPyD para que todo salga bien, la propia Portavoz así lo reconoció públicamente… ¡porque no solamente es Madrid!.
Por último queda la ilusión, que debe mantenerse viva, por el tesoro encontrado entre aquellos exiliados de la política (en general) que no veían en España posibilidades de romper el turnismo tutelado por los nacionalistas.
Y también queda la de los madrileños (en particular), hastiados de Espes, Trinis, Tomases y Albertos (Jaime, de apellido complicado, ni existe). Este es el momento de demostrar más allá de la bandera magenta que UPyD es verdadera alternativa para las personas… ¡las que ya después, y ante los hechos, se convertirán en votantes naturalmente!.
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