lunes, 7 de septiembre de 2009

VIAJES: UN EXTRAÑO Y MARAVILLOSO VERANO (1)

EL TIEMPO DE LOS ESPACIOS VACIOS Por: Jorge E. Bermejo Música que acompaña la lectura:
Loreena McKennitt, The Mummers´ Dance http://www.youtube.com/watch?v=0B7sH5QLyXY
Dedicado a Javi Sánchez S., Canario, por su comprensión y por su amistad. Sencillamente por ser y estar. Dedicado también a Loida Santisteban, Raúl Fanegas, Mayse Peralta y Juan Corbera. Ha sido una convivencia maravillosa que sin duda debe repetirse, aunque sin accidente. Me han faltado Ana B. Francisco, y Aurora Gómez Rello y Jose para revivir con plenitud cierta aventura, pero tendremos más oportunidades. Por último quiero dedicárselo a Gonzalo y Eva del “A penela”, por su cariño y hospitalidad, porque son… nuevos y fantásticos amigos.
Y ahora, ¿dónde estoy?: En el lugar del que vengo, No en el lugar al que voy. Pese a todo, sigo viaje. Me detengo para mirar el paisaje, Lo reconozco y me digo: Ya lo vi. Pues entonces, ¿por qué sigo? Porque sí. (Ángel González –poeta-. La primavera avanza. Visor).
Jamás olvidaré el verano de 2009. Así comienzo y no se me ocurría mejor manera de aseverar la rotundidad. No sé ni cómo comenzar y ya se deslizan mis dedos sobre las teclas del ordenador. Es inequívoco, necesito vaciarme escribiendo y cuando esto ocurre, a veces me asusto porque salen muy puras las ideas y los recuerdos, las percepciones y los silencios, todo lo contrario que cuando reflexiono y retoco lo que voy a publicar.
Han sido días de timidez e introversión personal, de encontrar un peñasco rodeado de vacío desde el que mirar la inmensidad y a la vez un chozo perdido y solitario en la que refugiarme del mundo. Ha sido como un eterno y hermoso recorrido por veredas de silencio y ensueño, de vida profusa y medievo, un paseo por acantilados verdes sobre los que el mar que ruje no cesa de golpear. Como una paradoja el cielo me acompañó más gris que luminoso, tal y como comenzó el verano, con fuertes tormentas que aún hoy no se han disipado aunque se presenta algún claroscuro. Ahora, buscando el arcón que guarda del tiempo, descubro que se diluyen aquellos días pasados. Siento como se hacen añicos las horas de costumbres y no baja ya la tarde con la lentitud y la pausa tranquila que marcaba el caleidoscopio de luces y sombras o la visión de brumas blancas y esponjosas. Solo son reales aquí y allí las tediosas moscas que, aún somnolientas, resultan igual de cansinas en un lado y en el otro. Y así, con esos días que se alejan hasta ser un recuerdo, vivo… pero recuerdo, me siento a plasmarlos y entre odiosas comparaciones observo como la vida en la ciudad puede llegar a asfixiar si no te sientas un instante a desear estar pronto en un lugar imaginado. Yo lo hice y resultó!.
ASTURIAS: Reflexiones de un viaje sentimental por el Valle de Quirós Por: Xurde Bermejo Te pedí muchas veces que existieras. Hoy te pido otra vez que existas; ¿Dónde existes? Petición del alma eterna Dámaso Alonso
Recomendación musical para escuchar con la lectura: Kamikaze (Amaral)
http://www.youtube.com/watch?v=-H2CwJi0yJw Es agosto en el valle, es estío de hierba y paja. Por los caminos del Concellu, cuajados de moras delicadas y primerizas manzanas que aparentan ser débiles frutos todavía, se ven a los vecinos trabajar la tierra. Solos o en grupos baldean la hierba cortada de pie sobre el prado (prau). Hay sana costumbre de ayudarse unos a otros, de reunirse vecinos, o amigos, o la familia y concluir las duras jornadas todos juntos en torno a una buena comida. Aquí la tierra todavía no está invadida de tractores y medios mecánicos modernos, la orografía no lo permite. Los caminos se muestran exuberantes, aunque este año un poco secos. Los zumbidos de los insectos se mezclan con el lejano graznido de un águila culebrera, quizás provenga de las peñas a mi izquierda, después todo es soledad y silencio. Es verano en Quirós, días de turistas y familias que nos reunimos en los pueblos y barrios, mañanas de brumas que descienden pausadas las laderas dejándose fotografiar como una niña presumida… …Para ahuyentar la soledad Para espantar la decepción Porque estas ansias de vivir No caben en una canción Porque no importa el porvenir Creímos en el Rock & Roll Por eso estamos aquí Equivocados o no… Cada mañana Bárzana despierta a golpe de gallo y asno y se va creciendo entre turistas y paisanos. Por momentos y jornadas el sol es el convidado de piedra. Durante el día sus caminos, los del valle, ejercen cierto magnetismo e invitan a adentrarse en el bosque, a caminar solo con tus pensamientos. El inquieto, el observador y el que sea algo paciente desnudará el bosque y sus secretos mientras los turistas pasarán y no verán más allá de lo que sus ojos vean. Así el camino se traduce en mirar aquí y allá como la vida se abre paso, en detenerse sin prisa a observar lo más simple del mundo sin olvidar que estamos invitados a una casa que debemos respetar y que allí somos lo menos importante del entorno. Pero al anochecer reinan las sombras y el silencio y la vida continua con otra fauna muy diferente… jabalíes y venados, cernícalos y después lechuzas, zorros y roedores… algún lobo “despistado”. La noche es extraña, pertenece al alma del bosque, juega con la sugestión como pinta cada día de negro un tapiz de colores. Aquí, es preludio de un hermoso juego de luces y sombras que acompaña a los amaneceres y atardeceres. Pero sobre todo, la oscuridad también es propiedad del Quirós que arrulla cariñoso el descanso del valle, tanto como a estos ojos cansados y ya cerrados que, a buen seguro durante la noche, ayudarán a crear mil batallas en los sueños. …Y dime si sientes lo mismo Y dime si estás conmigo o contra mí Porque la misma confusión Que sientes tú la siento yo Yo me limito a seguir La ley de mi corazón Y dime si sientes lo mismo Y dime si estás conmigo o contra mí Porque estas ansias de vivir No caben en una canción Porque no importa el porvenir Creímos en el Rock & Roll Un vuelo kamikaze a la eternidad La estela de su paso quedará Y dime si…

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