miércoles, 22 de abril de 2009

REFLEXIONES: RECUERDA LOS INICIOS PARA SABER DE DONDE PROCEDES...

Esta mañana encontré por casualidad un escrito que ya es historia para mí. Se publicó, creo, en la web de UPyD cuando se obtuvo el primer diputado (Rosa Díez). Por eso leerlo ahora es solo una curiosidad, tiene un año y sirve como refresco de la memoria y prisma de los inicios (no olvidemos que aún estamos en ellos). Aún así creo que voy a compartirlo... Por cierto, se lo dedico (y no por motivos políticos) a Inés Gómez-Rey, un beso.
PANORAMA DESDE EL PUENTE
Comenzaremos fuerte para no desorientar. Mr. Miller, D. Arthur, imaginó un día de los años cincuenta una historia de la que podemos estar seguros nunca pensó que fuese, con el transcurso del tiempo, una analogía para los primeros pasos de un partido político en la España de este excitante siglo. Imaginemos pues un escenario de teatro que bien pudiera ser esta España nuestra tan dispar como serán sus personajes y un telón legislativo que se abre mostrando los diferentes elementos que componen el decorado (político). Desde la vigilante mirada del Puente de Brooklyn que nosotros llamaremos Cámara Baja se distribuyen los elementos que compondrán la escena. En este caso serán cuatro actos como cuatro años de legislatura, y en él encontramos a los protagonistas físicos o actores, cada cual con sus características, como los que formamos este producto de la necesidad ciudadana llamado UPD (o UPyD), pero que en su conjunto forman una unidad de atención, justo como nuestro partido. Los protagonistas de la historia son personas de existencia precaria, ¿qué banco confiaría en ellos y mas aún cuando tienen amigos influyentes que no perdonan nada?. Son humanos de existencia cuasi clandestina... nadie (o casi nadie) les conocía, no “interesan”, las televisiones, los periódicos... todos los medios de difusión les evitan pero a veces les conceden “un minuto de protagonismo” porque todos somos iguales. Han llegado desde "Sicilia" (¿tierra enmafiada?) para meterse en un territorio controlado, vigilado y hasta vetado. Introducidos en la vorágine de una vida particular como la de el estibador Eddie Carbone que, en lo positivo, podría ser cada uno de los militantes y amigos que han aportado dinero y esfuerzo para que los recién llegados puedan sobrevivir primero en los suburbios de la soledad y el desconocimiento, la desconfianza y la indiferencia y después en los guettos de la política, que sin menospreciar, llamaremos Grupo Mixto. Dejando la obra en cuestión a un lado, nosotros ya hemos iniciado nuestra andadura por el Nuevo Mundo. Sigamos soñando, como los protagonistas, con una vida mejor, un grupo parlamentario propio por supuesto, pero nunca olvidemos los inicios cargados de esfuerzo descompensado. Mr Miller, D Arthur, nunca nos imaginó para reflejar a los personajes de su obra. Eso nos honra, no tendremos que responder ante los críticos literarios (véase políticos), de ser una mala adaptación literaria (véase política) de otra obra famosa (véase cualquier partido) y obsérvese que digo “famosa”. Y al fin somos lo que somos, que no es poco visto lo visto en el panorama socio-político.Todo ello para que esta sociedad impulsiva y cortante, juzgue el inicio de un cambio que desde los ojos en el parapeto tiene doble rasero, por un lado el parcial proveniente del optimismo, el nuestro, el que aportamos los que estamos o hemos estado al pié del cañón en campaña y que suspirábamos por algún diputado más. En mi caso desde el pasado año, a partir del tímido y expectante interés particular por una conferencia del Sr. Buesa, D. Mikel –creo de recibo que si al Sr. Miller, en su grandeza, se le apostilla con su nombre de pila, al Sr. Buesa, en su humanidad, se le debe igualmente apostillar- en un colegio mayor madrileño hasta mi personal pelea voto a voto en una mesa electoral ya como afiliado y apoderado de UPyD, pasando por el Teatro Alcázar, el Círculo de Bellas Artes o el nocturno inicio de campaña, todos en Madrid y así algún que otro acto que ahora no recuerdo.¡Que demonios!, ¡lo merecíamos!, la sociedad de a pie nos infundía ánimos cobijados bajo el seguro manto que guarece el anónimo voto. Ahora que tenemos una diputada sabemos lo que cuesta pero en la calle muchos pensarán... ¡Tanto revuelo por un escaño!.Somos seres, los humanos, innatamente olvidadizos. Ciudadanos sin obligación teórica de saber cuanto cuesta un escaño, sin necesidad de calcular el precio de una campaña y son personas (algunas) que olvidan fácilmente porque su entorno no es el nuestro. Esto me lleva a aseverar que nuestra pelea tiene que profundizar en los pueblos, aunar esfuerzos incluso con agrupaciones locales que pueden llegar a ser mas o menos afines, con personas, una a una, que habitan donde el marketing no llega, donde no es fácil abrir las mentes o donde el bipartidismo está mucho mas tranquilamente anclado.
No se malinterpreten mis palabras, lo han/hemos hecho bien, ¡muy bien!. Los capitanes de nuestro barco son los mejores que podríamos tener y su forma de trabajo incuestionable, pero ahora debemos reorganizarnos desde la perspectiva de un partido político que se ha hecho adulto a base de “pastillazos” ingeridos sin agua con la que se traga mejor, somos mas mayores desde el momento en que tenemos una diputada y la calle ve eso, que estamos en el Congreso sin percatarse que somos un partido que pasó de la niñez a ser mayor casi sin tiempo. Ahora debemos mas que nunca abrirnos y no bajar la guardia, seguir entre la gente de la calle para no ser como los demás, que solo salen en campaña. ¡Cada uno de nosotros somos el partido y debemos darlo a conocer para que en la próxima campaña no tengamos que explicar quienes somos!. Las capitales son buques inmensos y fácilmente detectables donde situarte en la proa ya atrae de por si a marinos descontentos para escucharte, pero en comparación con los pueblos que habitan “en el puerto pesquero” que son las Comunidades es diferente. Ahí hay muchas barcas y para hablar con los pescadores debes ir una a una. Ahí se mira, en muchos casos, mas a las personas que a las ideas y nosotros debemos integrarnos para ser como ellos en su medio.
Y al fin una confesión personal... Este partido me ha servido para algo mas. Felizmente mi madre en particular y mi familia en general dicen que “ya he salido del armario político”, que ya me definen hartos como estaban de no encuadrarme en Pepés, Pesoes o Izquierdasunidas. No obstante saben de qué partido soy porque se lo he dicho, que como un día me pidan el carné no se me ocurre otra cosa que enseñarles el de la Sra. Díez, Dña. Rosa –creo merecido aplicar la misma ley que en el resto del texto aunque solo sea por su valentía- que a estas alturas debe ser el mas conocido de nuestra piel de toro. Y solo por esto ya soy algo mas feliz, mi apoyo y mi esfuerzo van en ello...
Madrid, 13 de Marzo de 2008

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